Últimamente no gano para confusiones. No soy capaz de dar traducción a mis emociones y si lo que realmente siento es amor o simplemente afecto. Para una náufraga como yo, en busca de una playa a la que aferrarse, es casi normal cometer estas equivocaciones, pero no puedo permitirme errar en este tipo de conflictos sentimentales, se sufre mucho por el camino, y total...para nada. Para descubrir que se trata de una maravillosa amistad pero que no hubo motivos para esos daños colaterales al corazón. Ahora, con la perspectiva del tiempo, con la sangre ya coagulada y las heridas bien cicatrizadas, transcribo una carta que no recuerdo si mandé alguna vez (porque señales no recibí), a una persona querida pero hoy, por fin sé , que no amada. La necesidad de afecto a veces nos juega malas pasadas, tantas, que no somos capaces de solventar nuestra propia necesidad de afecto (la que nos debemos a nosostros mismos).
Me atrajo su mirada lánguida, programada para no sentir y devorar los miedos de su pasado, sus manos infranqueables, blindadas de cariño y ansiosas por recorrer de nuevo kilómetros de piel y seguridad, su gesto certero, pausado y derrotado, pero ávido para continuar encajando los golpes de la vida. Ese ser colmado de encantos estaba delante mía, escuchando atentamente la retaíla de estúpidos pensamientos q salían de mi boca. Aprendí a reconocerlo y entenderlo pausadamente, en sucesivas citas q se fueron intercalando a lo largo del tiempo. No es q no lo hiciese antes, sino q una amalgama de sensaciones nuevas fueron emergiendo poco a poco. Ahora sufro de alucinaciones, de fantasmas nuevos pero reconocibles q vuelven a mí, de sentimientos desencontrados y encontrados al mismo tiempo. Mi cuerpo se revoluciona con la misma intensidad con la q su mirada recorre mi pensamiento. Mentiría si dijese q había experimentado algo así antes. No sé que nombre ponerle, química quizás, feed back, cuerpo a cuerpo o simplemente conexión. Me quedo con esto último, una conexión total, q sirve de hilo catalizador para aliviar almas sedientas de amor y sufridas de desamor.
Me subo a una nube, tal como él me pide, y desde ella me observo a mí misma, ¿q me ha pasado?, ¿q fue de aquella alegre niña q jugaba a ponerse metas inalcanzables?, puede ser q haya desaparecido para siempre y no llegue a encontrarla. Esas preguntan afloran día tras día, pero no hallo la respuesta, mejor será no buscarla para así poder encontrarla por sorpresa, tal como me sucedió con este maravilloso ser.
Sin pretenderlo, ya es parte indispensable de mi día a día, de mis logros y aciertos, de mis dolores y alegrías, de mis pensamientos y dudas. Presiento q una ráfaga de aire fresco entra de nuevo en mi desoxigenado corazón y entra a bocanadas, primero de poco a poco y más tarde a raudales. Justo ahora comienzo a alimentarme de sus dolores, de sus caricaturas diarias, de sus miradas, de su fragilidad, de su presencia, y en definitiva, de su mundo. Al fin logro ver con los ojos del alma lo q es querer de adentro hacia fuera, apreciar a la persona y no ensalzar al personaje. Ya basta de canonizar a falsos actores q regalan náuseas de dolor y abrazos no correspondidos. Le digo sí a personas como tú, nobles de espíritu y entereza infinita. Repletos de dudas y miedos pero capaces de apreciar lo verdadero y humano. Un minuto a tu lado, no es un minuto perdido, al contrario, es una eternidad ganada siempre a mi favor. Gracias por tu aliento y por el oxígeno con el q bombea mi maltrecho corazón.
Azul Sereno
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