La ternura

Me apetece ponerle color a la ternura, disfrazarla de amor, oler el aroma que desprende y luego dormirla en mi regazo por siempre. La ternura es bella, hetérea, dócil y pulcra. Tiene los ojos bien abiertos y ataca de improviso. La ternura se enreda en mi cuerpo y en el tuyo, nos ata, nos sacude y luego se escapa. Quizás huye despavorida o quizás marcha a la conquista de otros. Ayer pensaba en ella, rememoraba su olor, me dormía en su regazo, la miraba de frente y su belleza me cegaba, seguía su hetérea senda, la miraba a los ojos y me atacaba sin previo aviso. Enredaba mi cuerpo, y el tuyo, nos sacudía de pronto y... luego...¿a dónde fue a parar luego?...Ayer era pasado...hoy no la recuerdo.